Actualmente cerca
del 80% de las emisiones de gases contaminantes a la atmosfera generados en una
ciudad están asociados al transporte terrestre, por lo que valdría la pena
encontrar estrategias y mecanismos para reducir las emisiones relacionadas con el mismo. Para ello valdría la pena encontrar las causas de dichas emisiones
comenzando desde la necesidad misma de las personas de transportarse.
Podríamos partir
del hecho que las emisiones que se generan en una ciudad asociadas al
transporte dependen de tres factores: Las emisiones por kilómetro de cada vehículo, el
número de vehículos que se mueven en el día y la distancia que cada uno de esos
vehículos recorre diariamente.
Las emisiones de
cada vehículo por kilómetro dependen así mismo de dos factores: La tecnología de cada
vehículo y la congestión en las vías.
Muchos sabemos o
por lo menos intuimos que las emisiones de todos los vehículos no son iguales,
así pues una bicicleta no emite gases, y un carro pequeño emite mucho menos que
una camioneta si ambos tienen el motor correctamente calibrado y funcionando en
condiciones óptimas, o un vehículo a gas emite menos gases que uno a gasolina
con el mismo cilindraje, o uno eléctrico mucho menos que los dos anteriores.
Pero también hay
que tener en cuenta que cualquier tipo de vehículo de combustión interna, sea a
gas o gasolina, emite más gases por kilómetro recorrido si se encuentra en un
embotellamiento que si se está moviendo a su velocidad y revoluciones óptimas de
conducción.
Teniendo en
cuenta lo anterior, dos posibles soluciones serían mejorar las tecnologías de
los vehículos que circulan por la ciudad hacia tecnologías más limpias con el
medio ambiente y encontrar mecanismos basados en las TIC (Tecnologías de la información y las comunicaciones) que les permitan
a los conductores viajar por calles menos congestionadas
para llegar a su destino.
Pero para lograr
realmente una reducción importante en los gases que los automóviles emiten a la atmósfera, estas dos soluciones por si solas no serán suficientes. Habrá que
encontrar mecanismos que permitan también reducir la cantidad de vehículos que
se mueven en el día y las distancias que dichos vehículos deben recorrer, y en
estos dos aspectos también hay mucho por hacer.
Si nos damos
cuenta que en un embotellamiento por ejemplo, más de la mitad de los vehículos
van ocupados solo por el conductor y que al parecer llevan rumbos similares,
habrá que encontrar la manera que más personas puedan viajar en el mismo
vehículo, o que más personas opten por medios de transporte diferentes a su
carro particular tales como bicicleta, transporte público, o caminar cuando se
trate de distancias cortas.
Otra manera de
reducir la cantidad de vehículos en las calles sería reducir la cantidad de
personas que requieren desplazarse a su lugar de trabajo. Esto puede parecer
utópico, pero gracias a la tecnología que existe actualmente es posible que
muchas de las tareas que deben desempeñar las personas hoy en día puedan
hacerse desde sus casas, y no tener que desplazarse a un lugar físico de
trabajo o hacerlo solo en ocasiones que sea realmente necesario.
Y por ultimo
consideremos la distancia que cada persona debe recorrer diariamente para
satisfacer sus necesidades. Para ello será necesario vivir en ciudades más densas
y compactas donde las distancias que sea necesario recorrer sean más cortas, o
bien en la misma ciudad vivir cerca de los lugares que se visitan con mayor
frecuencia tales como el lugar de trabajo o de las personas que visitamos.
Cómo ven el
problema se puede atacar desde diferentes puntos de vista. Lo importante será
tomar conciencia de ello para considerar los cambios qué podamos realizar.
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